Garés-Molero, A., Rodríguez-Pérez, D., & Diez-Castillo, A. A. (Eds.). (2025). Over land and sea: The long-distance trade, distribution and consumption of ancient Greek pottery. BAR International Series, 3207. BAR Publishing. 174 pp. ISBN 978-1-4073-6237-3.
Recensión de José Fenoll Cascales (Universidad Autónoma de Madrid)*
*Trabajo realizado en el marco de las ayudas para la Formación del Profesorado Universitario (FPU22/01751) del Ministerio de Universidades.
Dentro de la ciencia arqueológica los estudios de materiales cerámicos son desde el principio de la disciplina uno de sus pilares fundamentales. Esto es sin duda debido a varios factores fácilmente rastreables como la abundancia de estos y la posibilidad de establecer cronotipologías dentro del periodo histórico. Así, durante el último siglo la cerámica en general y la de producción griega en particular han sido objeto de múltiples estudios que han permitido definir no solo talleres y pintores, sino también las evoluciones sucesivas en la forma y la decoración de los vasos, llevando en última instancia al desarrollo de investigaciones exógenas al propio vaso, sobre el éxito comercial del mismo y las rutas las que transportaron estos vasos hasta otras comunidades receptoras. En el caso de la península ibérica y de la importación de vasos griegos, se trata uno de los temas fundamentales que han ocupado a la Arqueología protohistórica, puesto que además de la importancia, abundancia y calidad de los vasos, estos se han convertido en los principales fósiles directores para el planteamiento cronológico de las culturas indígenas. Es en este contexto en el que debemos entender la monografía aquí reseñada.
En el primer capítulo los editores abren el libro desarrollando una introducción atípica. En ella no solo se introducen las preguntas en torno a las que girará el volumen y las contribuciones que intentarán dar respuesta, sino que también se realiza un auténtico ensayo que conceptualiza con excelente solvencia el tema sobre el que versará la monografía. En esta introducción ya se presentan también los cuatro capítulos que compartimentan la obra: Estudios sobre el comercio de la cerámica griega. Panorama general; Conexiones en el Mediterráneo Arcaico; Rutas comerciales y distribución periférica, cerrando con un último apartado de Mercados regionales, usos locales.
En este sentido el ensayo inaugural de los editores se enmarca en el primer capítulo, que comparte espacio únicamente con la contribución de Adolfo Domínguez Monedero. En ella, se caracteriza la ya clásica producción de los talleres áticos de figuras rojas de series tardías de inicios del s. IV a. C. y los lugares hasta los que estas piezas están llegando a península y hasta otros puntos del Mediterráneo. La presencia y ausencia de estos en los diversos contextos geográficos marcan las rutas por las que la serie de distribuyó y también algunos yacimientos que debieron de servir como puntos redistribuidores. El texto defiende la importancia tanto de los emporios griegos como de los comerciantes de la misma nacionalidad y la distinción entre el comercio de larga distancia y el cabotaje a través de las fuentes clásicas, además de la importancia de Atenas como puerto base desde el que se redistribuiría a Ampurias, Marsella, Espina y quizás Cartago en la citada cronología.
El segundo capítulo comienza con el trabajo de Andrew Farinholt Ward sobre la cerámica arcaica decorada en relieve (s. VIII-V a. C.). Sobre ella se afirma que su estudio de abordarse desde el sentido de una técnica y no desde el de un estilo, a lo que se ha unir la inexistencia de talleres o focos productores documentados. La rareza y escasez de este tipo de producciones con respecto a la cerámica pintada da lugar a que cuando es posible recuperar dos piezas del mismo molde en yacimientos distintos, se pueda dibujar una interrelación directa entre ambas piezas. Tradicionalmente se había considerado a Corinto como el centro desde el que se irradia esta técnica, aunque los recientes hallazgos en Sicilia plantean una red descentralizada entre las producciones recuperadas en Himera, Selinunte, Agrigento y Gela. Así, Farinholt establece que el comercio de estas piezas, su imitación y adaptaciones regionales se realizan desde las propias colonias y no vienen inducidas desde el exterior.
La siguiente contribución dentro del capítulo Conexiones en el Mediterráneo Arcaico está firmada por Antoine Attout, quien trata el tema de la utilización de ornamentos jónicos en los vasos del pintor Amasis a través de tres nuevas piezas de Zeytintepe, Mileto. Desde el principio el autor apunta la distribución y los contextos de los vasos objeto de estudio están íntimamente ligados a las redes comerciales jónicas, sin dejar de lado la problemática en torno a la identidad de Amasis y su vinculación con el mundo jónico y egipcio. Morfológicamente el elemento en el que mejor se puede apreciar la influencia jónica son las palmetas y la forma en la que se configuran las mismas, siguiendo el modelo de pintores como Naukratis. Más allá de las tres copas procedentes de Mileto, en la producción de Amasis se pueden rastrear otros elementos de influencia jónica como sus características decoraciones florales. En cualquier caso, Attout señala lo interesante de que estas producciones con honda inspiración jónica es que se trata de una producción destinada y demandada primordialmente a una clientela de Grecia Oriental que visitaba los grandes santuarios que conectaban las redes comerciales jónicas.
Siguiendo en el mundo arcaico, Kleopatra Kathariou presenta un capítulo en torno a la distribución de la producción del pintor de figuras negras Euphiletos. Un pintor con un taller focalizado en la manufactura de ánforas e hidrias, aunque produjo residualmente otros vasos. En el artículo se analiza no solo las piezas tradicionalmente adscritas a su mano, sino que también se atribuyen nuevas piezas a su confección. Dichos fragmentos proceden de excavaciones históricas en Antissa y Hephaistia. Así, con los vasos de procedencia conocida adscritos al pintor y las nuevas atribuciones a su mano, la autora se embarca en el ambicioso trabajo de reconstrucción de las rutas comerciales que estos siguieron. En su hipótesis se dibujan dos rutas principales a través de la cuales estos vasos fueron difundidos: una relacionada con el mercado etrusco y otra con las Islas del Egeo y a lo largo de la toda la costa occidental de Anatolia. No obstante, su producción también está documentada en varios puntos de Atenas, lo que indica una demanda también local de estos vasos de figuras negras.
Para cerrar el segundo epígrafe dedicado al comercio arcaico, Liz Neill dedica su trabajo al estudio geográfico de los vasos arcaicos que presentan en su iconografía las imágenes de la Hidra y el Cerbero. Los mapas realizados por la autora marcan la distribución de estas imágenes como claramente diferenciadas y con una sucesión cronológica clara, en la que los focos receptores se amplían y varían conforme avanza la cronología, lo que la autora interpreta como una tendencial modal en el que el motivo de la Hidra acaba siendo sustituido por el del Cerbero en la demanda ática y etrusca de estas imágenes.
El tercer capítulo lo abren Rui Morais, Daniela Ferreira y Chiara M. Mauro con un texto sobre la importación de cerámica ática en el territorio luso. Para ello el trabajo se inicia con una recopilación de los posibles puntos de partida de la cerámica importada, estableciendo una docena de puertos en el Ática. En su opinión una misma nave alternaría viajes de larga distancia con los de cabotaje dependiendo del momento de su viaje y el tipo de su cargamento, que en última instancia alcanzaría los límites del actual Portugal desde el suroeste de la península en torno a la desembocadura del Guadalquivir. En el territorio estudiado llegan más de 900 vasos distribuidos en 42 yacimientos a través de los cuales se puede estudiar no solo la distribución espacial, sino también la evolución cronológica. Así y con este estudio de síntesis se aglutina el fenómeno del material ático en la fachada atlántica de la península.
Alejandro Garés-Molero, Maria Chidiroglou y Pelayo Huerta-Segovia presentan un trabajo sobre el estudio de la cerámica de figuras negras en el oeste del Mediterráneo. Para ello los autores realizan una periodización exhaustiva de las producciones Haimonianas y todas las posteriores vinculadas con su estilo y taller. En este sentido se individualizan y caracterizan por primera vez las particularidades de cada una de las series productivas presentes en la península ibérica, llegando incluso a distinguir un nuevo grupo al que se le da el nombre de “Ullastret Group” y a cuatro manos, entre ellas la del “Fortuna Potter-Painter”. La revisión acometida contribuye enormemente al avance en el estudio de este tipo material. Así, los autores mantienen que las figuras negras de baja calidad del s. V a. C., alcanzan el suelo ibérico mediante su importación desde el Golfo de Rosas y León o desde Ibiza hasta la costa levantina y son distribuidas por los distintos enclaves costeros por cabotaje. Todo ello no es más que el reflejo del éxito del material estudiado en la península, la existencia de empresas destinadas a traer hasta este punto las piezas de figuras negras y la relevancia que tienen las mismas en la investigación sobre uso, comercio y cronología de los vasos griegos que están llegando hasta los confines del Mediterráneo.
Por su parte, Guiomar Pulido-González, Pedro Miguel-Naranjo y Esther Rodríguez-González intervienen en la monografía con un capítulo sobre la cerámica griega que llega hasta el valle medio del Guadiana. Así, en el texto se va recogiendo los testimonios que evidencian las vías de comunicación hacia el interior a través de las cuales llegan los objetos importados, desde la clásica ruta de los santuarios de Maluquer a las nuevas propuestas. En cualquier caso, parece claro que la primera estación nódulo sería Cancho Roano, siguiendo por la Mata y Casas del Turuñuelo. Estas estaciones perderían su preeminencia a inicios del s. IV a. C., dando lugar al final de las importaciones y del comercio estudiados en este trabajo.
El capítulo III se cierra con el trabajo de Despoina Tsiafaki, Yiannis Mourthos, Natasa Michailidou y Meliana Karta en el que estudian la dispersión por Tracia de vasos cerámicos decorados producidos en el Cerámico de Atenas. Para ello se consigue rastrear este material en más de 200 yacimientos del citado contexto espacial. El trabajo sostiene que la forma más exportada es sin duda la crátera, aunque establecen que la decoración nunca es una de las prioridades dentro de este mercado y que suele aparecer en contextos de necrópolis y santuarios con una resignificación simbólica.
El cuarto capítulo queda destinado a los mercados regionales y a los usos locales de los vasos griegos, el cual se inicia con el texto de María Isabel Moreno-Padilla sobre las imitaciones ibéricas de cráteras áticas en el Alto Guadalquivir. En él, se trata la recepción de vajilla ática figurada por parte de las élites ibéricas. El aprecio a estos vasos como bienes de lujo lleva a una producción en pastas ibéricas de formas griegas, lo que conocemos como imitaciones ibéricas. Así, la autora evalúa la importancia de la recepción de estas piezas áticas a través de sus imitaciones en Tutugi, Galera y Píquia, sin desligarlas la importancia de las piezas áticas figuradas que se están recibiendo.
El siguiente capítulo dentro del epígrafe es el de Alejandra Macián-Fuster, quien estudia en su artículo el fenómeno de la redistribución de cerámica ática desde la costa hacia el interior en el contexto de la Edetania. El trabajo define las producciones que llegan hasta la Comunidad Valenciana clasificándolas por orden cronológico y dentro de los yacimientos en los que aparecen. Sus conclusiones son interesantes, al determinar que algunas producciones, en ocasiones las más raras y menos cuantitativas se quedan en las zonas de costa y no llegan hasta los mercados del interior de la Edetania.
Elvia y Giada Giudice presentan la penúltima contribución con una investigación sobre vasos especiales y quizás traídos por encargo hasta el yacimiento de Ruvo di Puglia (Bari, Italia). El trabajo refleja una investigación en curso en los fondos del Museo de Jatta, en las que las autoras mantienen la existencia de encargos de formas cerámicas concretas a talleres griegos en base a la existencia de un tipo de kantharos local. En última instancia, la citada forma supone la materialización de las relaciones constantes y recíprocas entre el mundo del Ática y el de Ruvo di Puglia, en el que también se transvasarían y asimilarían toda una serie de prácticas griegas como el simposio.
Por último, la monografía se cierra con el artículo de David Vendrell-Cabanillas sobre las tumbas 323B y 30C de la necrópolis de Valle Pega en Espina. Se tratan de dos sepulturas con importantes conjuntos de vasos griegos importados y de imitaciones locales de los mismos. A través de estos enterramientos y de sus contextos cerrados se puede estudiar la deposición de los bienes en los contextos funerarios, pero también la importancia ritual de estos y como influyen en la hibridación social entre ambas culturas en un momento en el que Espina se convierte en un gran centro redistribuidor de material griego.
Con todo ello este libro “Over Land and Sea. The long-distance trade, distribution and consumption of ancient Greek pottery” viene a desmontar aquello que imaginaba Tucídides cuando al pensar en la Grecia Arcaica aludía a un mundo “sin comercio y sin libertad de comunicación ni por tierra ni por mar” (Morley, 2007: 18 con bibliografía). Las aportaciones realizadas en las páginas aquí reseñadas son tan importantes como necesarias, en especial para los casos de la península ibérica porque desde finales del siglo pasado pocos avances tan sustanciales como los aquí presentados se habían realizado para la cerámica griega en contextos ibéricos. En este caso, esta monografía servirá para aquello que se espera del s. XXI en la disciplina, consumar aquello que se forjó a finales de la centuria pasada, donde de los corpus de materiales se pasó a la interpretación y al entendimiento más profundo de las dinámicas sociales, económicas e identitarias asociadas a la cerámica importada. Comprender los mercados, los flujos, sus agentes y la recepción e impacto de los productos en las poblaciones locales contribuirá a ahondar en esa hibridación cultural e identitaria que fue el Mediterráneo en la Antigüedad y la que este libro da buena cuenta.
Bibliografía
Morley, N. (2007). Trade in Ancient Antiquity. Cambridge University Press.
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Ejemplo de citación: Fenoll Cascales, J. (2025). Garés-Molero, A., Rodríguez-Pérez, D., & Diez-Castillo, A. A. (Eds.). (2025). Over land and sea: The long-distance trade, distribution and consumption of ancient Greek pottery. BAR International Series, 3207. BAR Publishing. 174 pp. ISBN 978-1-4073-6237-3. Revista digital de los mundos antiguos (ReDMA), r250504. https://mundosantiguos.web.uah.es/revista/r250504