«EL PARENTESCO ES ALGO QUE NOS AFECTA A TODOS COMO SERES HUMANOS Y PARA LOS ANTIGUOS EGIPCIOS TENÍA MUCHA IMPORTANCIA». ENTREVISTA A LEIRE OLABARRIA

Beatriz Noria Serrano (Universidad de Alcalá)

Beatriz Noria Serrano es doctoranda en Egiptología por la Universidad de Alcalá donde da clases de historia, arqueología y cultura del antiguo Egipto. Sus principales intereses son los estudios de género y las relaciones sociales y administrativas en el Reino Medio y el Segundo Periodo Intermedio. Desde 2019 forma parte del Middle Kingdom Theban Project.

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Leire Olabarria se doctoró en la Universidad de Oxford en 2015 con una tesis sobre el estudio del parentesco en el Reino Medio. Desde 2012 participa en el proyecto arqueológico Dayr el-Barsha y desde septiembre de 2019 es profesora de Egiptología en la Universidad de Birmingham. Allí imparte clases de historia, arqueología y lengua del antiguo Egipto, además de ser la responsable académica de la colección Eton Myers. Sus áreas de investigación incluyen el parentesco, la memoria social y la construcción de conocimiento egiptológico. A comienzos de 2020 publicó su primer libro Kinship and Family in Ancient Egypt. Archaeology and Anthropology in Dialogue convirtiéndose en la primera obra que integra la antropología del parentesco en el estudio del antiguo Egipto de forma clara, metódica y, sobre todo, accesible al público.

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¿Qué es la antropología del parentesco y que aporta al estudio de los mundos antiguos?

Es una pregunta interesante. La antropología del parentesco ha sido, tradicionalmente, una rama de estudio muy importante dentro de la Antropología Social y Cultural. De hecho, se puede decir que la antropología ha adquirido su forma a través de cómo se ha ido estudiando el parentesco a lo largo de los años. Desde mi punto de vista, el estudio del parentesco es un estudio de las relaciones sociales. Me gusta definir lo que estudia el parentesco con un término en inglés relatedness, que en castellano sería algo similar a «el hecho de estar relacionado» o «relacionalidad». Las personas que habitaban los mundos antiguos eran seres humanos y se relacionaban entre ellos, igual que nosotros. Si queremos entender mejor esas relaciones, creo que la antropología del parentesco nos da herramientas muy importantes para estudiar y entender esa «relacionalidad».

¿Qué crees que es lo más difícil de aplicar estas teorías y metodologías, que vienen de la Antropología, a la investigación del antiguo Egipto?

Hay muchos autores que piensan que no es posible aplicar la Antropología, y en concreto la Antropología Social y Cultural, al estudio del pasado. Al no ser posible aplicar estos métodos a las sociedades pasadas se piensa que la Antropología no es válida para estos estudios. Hablo aquí en concreto de Antropología Social y Cultural porque hay otras ramas de la Antropología, como la Antropología Física, que sí están más aceptadas, siendo incluso una rama de la Arqueología en Estados Unidos.

Esta negativa a aplicar la Antropología Social y Cultural se debe a que esta se basa mucho en la etnografía, en buscar una narrativa de lo que sucede en diferentes sociedades, la cual a su vez está basada en una metodología que se llama observación participante. La observación participante consiste en que tu vas a una determinada sociedad, compartes espacio con sus miembros y observas lo que ocurre a tu alrededor. Podríamos decir que cuando vamos a un bar también hacemos observación participante: esperamos a nuestros amigos, nos sentamos en la mesa con una pinta y empezamos a mirar lo que pasa a nuestro alrededor. Hay autores que piensan que si no se puede aplicar esta metodología entonces no se puede hacer Antropología, pero desde mi punto de vista esto no tiene mucho sentido. No lo tiene porque estos autores asumen que cuando haces esa observación participante todo lo que ves lo puedes interpretar de una manera objetiva y son datos objetivos, pero esto no es verdad. Cuando tú estás haciendo observación participante estás realizando una interpretación subjetiva. Por ejemplo, cuando se nos presenta una etnografía de una sociedad o de un pueblo concreto se nos presenta como una narrativa completa, pero esta está compuesta por momentos individuales en los que esa sociedad ha sido observada que luego el investigador idealiza, formando ese ciclo narrativo. Por tanto, el resultado de la observación participante está siendo construido y «narrativizado».

Por lo tanto, es verdad que no tenemos la totalidad de los datos que podríamos haber observado en el antiguo Egipto, pero tenemos una serie de datos que por qué usarlos desde una perspectiva antropológica?

¿Crees que se les da la importancia debida a estos enfoques antropológicos dentro de la Egiptología?

Creo que la importancia que se les da está cambiando. Tradicionalmente no ha sido un ámbito de estudio preferencial dentro de la Egiptología, pero esto está cambiando. Creo que esto está relacionado con como se entiende la Egiptología en sí. Hay quien entiende la Egiptología como una disciplina y para mí la Egiptología no es una disciplina, es lo que en inglés se llama un «estudio de área», un estudio de un ámbito concreto. Si entendemos la Egiptología como el estudio de la totalidad de Egipto es obvio que se puede estudiar desde muchas perspectivas. Pero lo que se hace es coger diferentes metodologías de otras disciplinas (de la Filología, de Historia del Arte…) para poder acceder a una comprensión más completa del antiguo Egipto, porque la Egiptología como tal no tiene una metodología única.

Sin embargo, no ha habido nunca problemas en aceptar las metodologías de la Filología o la Historia del Arte, pero no puede decirse lo mismo de las que provienen de la Antropología…

Sí y yo creo que eso está relacionado con lo que hablábamos antes. Se ha asociado tradicionalmente la Antropología con el estudio de sociedades vivas. Sin embargo, la Antropología tiene muchas metodologías que ¿por qué no vamos a poder adaptar al estudio de otras sociedades? Yo creo que la Antropología se está abriendo camino en el estudio de datos del antiguo Egipto y de datos egiptológicos en general; especialmente en estudios de etnicidad, de identidad, de género… En todas esas perspectivas hay aspectos y ramas de la Antropología que están ganando cada vez más auge.

¿Cómo llegaste a interesarte por el estudio del parentesco en el antiguo Egipto?

Hice la carrera de Antropología Social y Cultural y Antropología del Parentesco era una de las asignaturas que todo el mundo odiaba, pero fue mi favorita. Todo el mundo le tenia un poco de miedo, era una asignatura troncal anual, muy densa pero a mí me gustó mucho. Empecé a interesarme cada vez más cuantas más etnografías leías y me enganchó. Tampoco te sé decir muy bien por qué, pero siempre me gustó, desde el principio. Es posible que mis compañeros le tuviesen miedo por lo que mucha gente le tiene miedo al parentesco y es que, si empiezas a mirar manuales, sobre todo antiguos, ves todos esos diagramas de parentesco y la verdad, asusta un poco. La asignatura empezaba de forma de forma un poco más rígida y tradicional: aprendíamos las diferentes terminologías y como esas terminologías se reflejaban en distintos tipos de diagramas, ¡parecía más Matemáticas que Antropología! Pero la verdad es que yo lo disfruté mucho, sobre todo en el segundo cuatrimestre cuando nos empezamos a introducir más en temas de parentesco procesual y otras teorías que me gustan.

Entonces, conociendo bien el tema, ¿hasta qué punto dirías que era importante el parentesco en el antiguo Egipto?

Si me haces esa pregunta es obvio que te voy a responder que mucho. Como decía antes el parentesco es algo que nos afecta a todos como seres humanos y, espero que todos estemos de acuerdo, los antiguos egipcios eran seres humanos, por lo tanto, tenía importancia. Es cierto que esta importancia varía dependiendo de la sociedad que estudiemos. Históricamente conocemos sociedades en las que la organización política se conformaba en base a estructuras parentales; mientras que en otras, el parentesco es más un símbolo de apoyo social, de estabilidad. Con esto quiero enfatizar que tendemos a asumir que como el parentesco nos afecta a todos es algo universal y adopta la misma forma en absolutamente todas las sociedades, y esto no es para nada así. El parentesco adopta muy diferentes formas y seguro que la forma en la que lo vives tú es distinta a la forma en la que lo vive tu mejor amiga, aunque os hayáis criado juntas, y es completamente diferente a cómo la puedo vivir yo. Por eso me gusta tanto estudiar el parentesco, me parece muy rico y nos acerca mucho a la experiencia vivida y nos ayuda a ver a los egipcios más como personas, al igual que nosotros.

¿Cómo se conformaba el parentesco en el antiguo Egipto?

A mí me gusta aplicar un enfoque que se denomina parentesco procesual. Esto no tiene nada que ver con la arqueología procesual que es aquella que ve todo como objetivizado. El parentesco procesual lo que hace es interpretar la forma en la que te relacionas como un proceso, es decir, como algo basado en la práctica, algo performativo y que no está marcado, por ejemplo, en el momento del nacimiento. Es la práctica de tu vida la que te hace relacionarte con la gente de una forma u otra y eso determina que forma toma el parentesco. Por eso creo que las relaciones de parentesco son mucho más fluidas de lo que puede determinarse, por ejemplo, con la sangre, como existe en la sociedad occidental hoy en día. Tendremos a ver la sangre como algo a lo que aferrarnos, sin embargo, la sangre es un símbolo de parentesco y como tal no tiene por qué existir de la misma manera en todas las sociedades.

Pasemos a hablar de tu libro. Recientemente has publicado este libro tan interesante Kinship and Family in Ancient Egypt. Archaeology and Anthropology in Dialogue. ¿Cuáles dirías que son los principales temas que trata?

El libro va precisamente de lo que hemos estamos hablando. Describo la importancia de la Antropología Social y Cultural, en general, en el estudio del antiguo Egipto y me centro en concreto en el parentesco. Hablo también de esa idea que he mencionado antes, de la Egiptología no como disciplina sino como estudio de área. Hay dos enfoques teóricos fundamentales que describo al principio del libro y que luego están entretejidos con todo el resto de capítulos: uno es el parentesco como proceso (el parentesco procesual que acabo de explicar) y el otro es la agencia material. Con la agencia material me refiero al impacto que pueden tener los objetos y, en concreto para los propósitos del libro, los monumentos en la sociedad que los hace, que los percibe y que los está viviendo. Luego presento una posible metodología para estudiar el parentesco en un tipo de monumentos muy concretos: las estelas del Reino Medio.

En la segunda parte del libro presento tres casos de estudio con los que intento demostrar el potencial que tiene tanto el enfoque teórico que he presentado, como la metodología que he creado para este tipo de fuentes primarias. A través de esos casos prácticos hablo de formación de grupos y presento en concreto a Egipto como un ejemplo de formación de grupos cognáticos; luego hablo de relaciones de patronazgo y como esas relaciones de patronazgo, estructuralmente, podrían quizás verse como algo similar a las relaciones parentales; y finalmente hablo de matrimonio y de ritos de paso, que es un tema tradicional que se ha tratado en la Antropología Social y Cultural. Algo que es para mí muy importante y que intento también recalcar a lo largo de todo el libro es que Egipto, tradicionalmente, ha estado fuera de las discusiones generales de Antropología Social y Cultural. Se ha hablado de muchas otras sociedades, incluso de otras sociedades antiguas, por ejemplo, el parentesco en Grecia en Roma ha formado parte de algunas de esas discusiones antropológicas generales. Sin embargo, Egipto no se ha solido tener en cuenta de esa manera una de las cosas que intento hacer con el libro es demostrar como ejemplos de Egipto si responden a inquietudes generales de Antropología Social y Cultural. Lo que intento es sacar a Egipto de la burbuja en la que está metido, es una forma de decir a antropólogos «por favor usad ejemplos de Egipto, se puede y os puede ayudar a vosotros y a nosotros».

En el libro utilizas como principal evidencia para estudiar el parentesco las estelas, ¿qué son exactamente las estelas y qué tipo de información podemos obtener de ellas?

Las estelas son monumentos conmemorativos, no necesariamente funerarios, donde una persona o un grupo de personas están dejando su huella para ser recordados para la eternidad. La definición de estela suele darse por sentada y pensamos que todas las estelas son iguales, pero realmente los antiguos egipcios empleaban distintos términos para referirse a las estelas del Reino Medio, incluso durante el Reino Nuevo aparece otro término más. Todos estos términos siempre se han traducido como «estela», pero todos tienen sus diferentes matices. Estos matices tienen sentido si se analizan desde una perspectiva performativa, más basada en la práctica y en lo que esas estelas hacen y no tanto en lo que esas estelas son. Estoy escribiendo un artículo donde hablo un poco más sobre las estelas que, espero, saldrá dentro de un par de meses.  Las estelas me parecen interesantes para estudiar el parentesco porque, si lo piensas, la superficie de las estelas es bastante reducida. Hay estelas muy pequeñas, de 15 o 16 cm., y hay otras más grandes, de más de un metro, pero en general estamos hablando de una superficie reducida. Entonces, lo que pongas en esa estela, las personas que te acompañan en la superficie de esa estela o las personas que menciones en esa estela necesariamente van a tener algún tipo de importancia para ti, para tu grupo o para quien haya decidido crear esa estela en tu nombre. Por eso me parece interesante como vía para estudiar esas relaciones sociales. Además, las estelas no deberían estudiarse de forma aislada, sino que forman parte también de una red interconectada de monumentos que se insertan en un paisaje, en un entorno arqueológico concreto. Si tomamos en cuenta esos grupos, ese contexto arqueológico y ese contexto paisajístico en el que están insertadas, creo que nos dan un montón de información sobre el individuo, sobre el grupo y sobre su relación con el paisaje natural y construido. Por eso me parece una herramienta muy importante para el estudio de dinámicas sociales.

Una palabra clave en tu libro es koinografía, ¿qué es y qué diferencia hay con enfoques anteriores que se han aplicado?

La koinografía es básicamente una metodología para el estudio de relaciones de parentesco entendidas de forma amplia y fluidas. La koinografía es una metodología que toma como objeto de estudio al grupo y no al individuo. Además, da mucha importancia al aspecto diacrónico, de cómo puede ir cambiando la composición y la relacionalidad de esos grupos. Finalmente, tiene en cuenta que para el tipo de material que tenemos es muy difícil hacer un estudio cuantitativo, porque realmente el número de evidencias es bastante limitado, por lo que intenta una aproximación más cualitativa que cuantitativa.  Otras metodologías, como la social network analysis me parecen que es super válidas, y me encantan, pero veo que presentan muchas limitaciones, porque es muy difícil hacer un análisis estadístico que sea significativo con el número de fuentes primarias que tenemos para esta época en concreto.

Esta idea empezó como una broma. Lo más habitual en la Egiptología es hacer estudios prosopográficos que se centran en una determinada persona y su cursus honorum. A mi no me interesaba tanto ese estudio centrado en la persona, sino en los grupos. Hablando con una compañera de griego le pregunté cómo podía expresar esa idea de grupo y ella me sugirió el término koiné, del cual derivó koinografía.  Lo escribí en un borrador inicial cuando empecé a pensar cosas al respecto del parentesco y uno de mis supervisores de tesis recuerdo que me marcó el término y me dijo que lo borrara, así que pensé «pues lo quitaré». Pero poco después tuve algunas charlas donde introduje el término a la audiencia y el feedback que obtuve fue muy positivo. El público venía y me decía «tienes que dejarlo, es que está guay». Finalmente lo dejé como una idea en mi tesis y parece que gustó, así que lo recuperé para el libro. Creo que es un término provocativo que nos lleva a reflexionar sobre cosas que damos por sentado. Lo que quiero decir es que no nos fijemos en el individuo, fijémonos en el grupo.

Tengo un capítulo en el libro en el que hablo de diferentes metodologías para el análisis social, no solamente de prosopografía, hablo también de social network analysis y de sociografía. Analizo las diferentes ventajas e inconvenientes que pueden tener y en concreto de qué manera se pueden adaptar al material egipcio. Termino diciendo que utilizo la koinografía, que es una creación propia, para unas fuentes primarias concretas. Mientras los enfoques teóricos pueden ser algo más generales y podemos utilizar esa generalidad en nuestro beneficio, creo que las metodologías siempre tienen que estar adaptadas al tipo de material con el que estamos trabajando y no nos debería dar miedo adaptar esas metodologías a nuestro beneficio.

En concreto, tu aplicas esta metodología para estudiar las estelas del Reino Medio en Abidos pero, ¿crees que es posible aplicar esta metodología para otros lugares distintos?

Como decía antes soy defensora de adaptar las metodologías a cualquier ámbito. Si alguien quiere coger este concepto de koinografía y adaptarlo a otro ámbito geográfico, a otro yacimiento concreto o a otra época, por supuesto que puede hacerlo. Para eso están las metodologías, para ser adaptadas y retrabajadas. Yo creo que si podría aplicarse a otros contextos con la debida adaptación a las fuentes primarias que se vayan a usar.

¿Podría esta metodología de la ser aplicada a estelas que aparecen aisladas, una de la que no se conozcan otras asociaciones?

La idea de la koinografía está basada en grupos de personas. Es cierto que si nos imaginamos una estela es posible que haya un grupo de personas, dentro del cual se pueden buscar toda una serie de conexiones, pero tal vez esto no sea posible. Desde luego la koinografía funciona mejor cuando hay varias estelas en las que puedes conectar diferentes datos y en ocasiones hasta cambios diacrónicos.

Entonces, ¿se puede aplicar la koinografía a una imagen fija?

Esta metodología, que seguro que se puede mejorar, está pensada para analizar grupos de monumentos, porque me baso en el grupo como unidad mínima de análisis (tanto el grupo de personas como el grupo de monumentos). Pero te voy a decir algo que he estado pensando últimamente, ¿sabemos si las estelas nos están mostrando un grupo de forma sincrónica? Tengo una estela en concreto que muestra un taller de escultores y no sé si lo hace de forma sincrónica o diacrónica. De hecho, tenía pensado en algún momento escribir algo sobre esta estela. Pero sí, me pregunto hasta que punto estamos interpretando una estela de forma sincrónica cuando tal vez también pueda tener algún toque diacrónico. Si lo piensas, pueden ser diacrónicas en sí mismas porque si en la estela se muestra a unos hijos ofreciendo algo a unos padres, es posible que estos hayan fallecido y por lo tanto ya puedes ver ahí un movimiento diacrónico. Una de las cosas que más me interesaba cuando empecé a mirar estelas es de que manera las podemos observar y analizar de forma dinámica. Quiero decir, son imágenes estáticas pero ¿hasta que punto están representando realidades sociales que son dinámicas? La mejor forma de ver esto es cuando tienes diferentes estelas que te están mostrando un cambio pero, tal vez, una misma estela nos pueda dar pistas de diferencias diacrónicas. No obstante, esto es más difícil de probar.

En el libro brevemente hablas de la posibilidad de estudiar el parentesco agrupando las estelas por talleres y hablas un poco de por qué no optas por ello. ¿Cuáles serían los beneficios y desventajas de estudiar las estelas por talleres?

Yo creo que, aunque sea un enfoque super válido, son cosas diferentes. Por un lado, quiénes hacen estudios de talleres se fijan más en las estelas desde un punto de vista estilístico o artístico y las intentan agrupar de forma que veamos los talleres que las han creado. Pero esos talleres que las han creado no tienen por qué estar reflejando asociaciones de parentesco concretas. Me parece super útil el estudio de estelas desde el punto de vista de talleres para, por ejemplo, intentar dar una dimensión cronológica a algunas de estas estelas. Es básicamente lo que hace Ilin-Tomich en su libro From Workshop to Sanctuary: the production of Late Middle Kingdom memorial stelae. Pero desde el punto de vista metodológico creo que trasladar eso a un estudio de grupos parentales no es lo más acertado.

¿No crees que podría haber un cambio de cómo se representa el parentesco dependiendo del taller?

Podría haberlo, por supuesto que podría haberlo. Pero también es cierto que hay diferentes grupos (que podemos unir por medio de filiaciones y títulos) que tienen estelas que son de estilos completamente diferentes y por lo tanto sabemos que vienen de diferentes talleres. Por eso digo que soy un poco reacia en identificar talleres con grupos sociales. Podría ocurrir, pero no tiene por qué y tenemos que ser cautos a la hora de trazar esos paralelismos.

¿Cómo pueden ayudar estos estudios a conocer el papel de la mujer en la sociedad egipcia?

Creo que el estudio del parentesco lo que nos hace ver es a la mujer realmente integrada en el grupo parental y eso es algo que muchas veces no podemos ver en otros monumentos (estatuas, tumbas…) porque el personaje principal, el ego de esos monumentos, nos está mostrando a un hombre. Sin embargo, si hacemos este estudio de grupos parentales no solo estudiamos a ese personaje principal sino a todo el grupo parental que le rodea. Cuando hacemos esto vemos que las mujeres eran miembros super importantes dentro de esos grupos parentales.

¿Crees que todavía queda mucho por avanzar en esta integración de los estudios de parentesco en el antiguo Egipto?

Hasta ahora muchos estudios de parentesco en referencia al antiguo Egipto han estado centrados en estudios de terminología (y yo reconozco que soy culpable también de eso) y en enfoques más funcionalistas y estructuralistas. Esos estudios tienen su lugar en la ciencia, pero hay otras series de teorías, entre las cuales están las que más me gustan a mí, que tal vez han sido menos conocidas y es ahora cuando están empezando a abrirse camino. La mayor cuenta pendiente que tiene el estudio del parentesco en el antiguo Egipto es salir de la burbuja en la que se ha metido y mirar a lo que se está haciendo en otras disciplinas y otras áreas de estudios para coger otras ideas frescas e innovadoras.

¿Cuáles son tus proyectos actuales?

Además de la planificación del curso que viene, en cuanto a investigación me he embarcado en un proyecto nuevo para hacer un libro coeditado con otra persona sobre la recepción de culturas antiguas en literatura de ciencia ficción. Ahora mismo estamos trabajado en el contrato para el futuro libro, esperamos que salga adelante. También estoy trabajando en un artículo basado en una charla que di en Manchester sobre grupos familiares. También quiero escribir un artículo sobre colateralidad, porque es lo más dudas suele acarrear y es un tema complicado. Además, es un tema que me gusta y quizás va siendo hora de publicar un artículo con una perspectiva más nueva, porque cuando alguien quiere hacer algo sobre el término sn prácticamente lo único que tiene como referencia es el artículo de Revez que presenta un enfoque mucho más estructuralista. También, desde que he empezado mi nuevo trabajo en la Universidad de Birmingham me han hecho responsable de la colección Eton Myers que tenemos en Birmingham y eso es un reto personal y académico que tengo. Quiero dar más a conocer esta colección y trabajar en ella en lo que se pueda. No me falta trabajo como ves.

Y por último, ¿cuáles serían los cinco libros que recomendarías para estudiar el parentesco en el antiguo Egipto?

El estudio más completo que tenemos para el parentesco en el Reino Medio es el libro de Detlef Franke de 1983, Altägyptische Verwandschaftsbezeichnungen im Mittleren Reich. Franke utiliza miles de fuentes y todavía es una obra básica para reforzar estudios terminológicos.

También me gustaría recomendar el libro de Jana Toivari-Viitala de 2001, Women at Deir el-Medina: a study of the status and roles of the female inhabitants in the workmen’s community during the Ramesside period. Es un libro básico porque muestra como adaptar muchas de las teorías de las que hemos hablado a las fuentes y como hacerlo de una forma concienzuda que, desde mi punto de vista, funciona muy bien.

Lynn Meskell, aunque ha recibido muchas críticas por diversas razones, creo que plantea sus libros desde una perspectiva innovadora en cuanto a que aplica muchos enfoques teóricos que hasta ese momento no se habían aplicado a la Egiptología, empezó a abrir una puerta hacia otros mundos arqueológicos y antropológicos. De todos sus libros podría recomendar Archaeologies of social life: age, sex, class et cetera in ancient Egypt o el que tiene junto a Rosemary A. Joyce, Embodied lives: figuring ancient Maya and Egyptian experience, porque presenta una comparativa con el mundo maya invitándote a replantearte cosas y eso es algo que siempre me gusta.

Me gustaría también recomendar que la gente vaya a las fuentes primarias y para ello nada mejor que el libro de Andrea Mcdowell, Village life in ancient Egypt: laundry lists and love songs, que es una compilación de traducciones de textos de Deir el-Medina. Es un básico de cualquier biblioteca de Egiptología, no solo si te interesa el parentesco sino también si te interesa la vida cotidiana de los antiguos egipcios.  Y por supuesto, no puede faltar el libro de William Kelly Simpson, The Terrace of the great god at Abydos: the offering chapels of Dynasties 12 and 13, que agrupó las estelas de Abidos del Reino Medio. Aunque estos grupos que Simpson formó hayan sufrido modificaciones con el tiempo, siguen siendo la base para aproximarnos a los grupos de parentesco en esta época.